Por el Camino de Proust

21.11.2013 11:00

Hace ya un siglo que se publicó por primera vez el inicio del periplo de Marcel Proust a través de sus propios recuerdos. A pesar de que  André Gidé, un buen amigo, rechazara De Coté de Chez Swann, el primer volumen de À la Recherche du Temps Perdu vio la luz en noviembre de 1913.

Seguir los pasos de Proust, seguir los pasos en búsqueda de su tiempo lleva, de buenas a primeras directamente a Illiers, una pequeña población al sur de Chartres, apenas a un centenar de quilómetros al oeste de París. Marcel, el pequeño Marcel, atisbaba desde la ventana del tren el campanario de la iglesia de Saint Jacques, Saint Hilarie en el texto, poco antes de que el ferrocarril entrara en la estación. Desde allí andaría unas pocas calles antes de atravesar la puerta del numero 4 de la que hoy es la rue du Docteur Proust, donde estaba, y sigue ahí, chez Tante Léonie, la casa de la tía Léonie, en realidad tía Élisabeth, hermana de su padre Adrien, donde entre 1877 y 1880 fue a pasar los días de vacaciones de pascua y los veranos, dejando atrás durante unas semanas el Paris de su niñez. Un París sumido en los vertiginosos cambios tecnológicos que entre las exposiciones universales sacudían a la sociedad francesa y europea, la llegada de la electricidad, del agua corriente, el teléfono y el telégrafo y la sustitución de los tranvías tirados por caballos por el vapor y la electricidad.

Chez Tante Léonie, la casa de Jules y Élisabeth Amiot, tíos paternos de Proust, se transformó en 1954 en el Musée Marcel Proust, donde se recrean recuerdos ligados a la memoria del escritor: mobiliario, manuscritos y documentos familiares, un retrato del padre, Adrien Proust, obra de Jules Lecomte du Noüy, otro de la madre, pintado por Anaïs Beauvais y dos vitrinas, una dedicada a la que fue su criada Céleste Albaret y otra a la familia Amiot. En el último piso de la casa hay una exposición permanente de imágenes de Paul Nadar, uno de los pioneros de la fotografía quien se dedicó a retratar a la sociedad parisina de la época y también a la relacionada con el entorno del escritor.

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© J.L.Nicolas

 

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